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viernes, 20 de septiembre de 2013

Capítulo 44.

El médico, se presentó como Dr. Carvajal, era un hombre atractivo, no muy alto y de complexión media, de unos sesenta años y cabellos y barbas bien recortadas en un color blanco armiño uniforme. Examinó concienzudamente el abdomen de Alejandro y luego se dispuso a dar su opinión a las tres personas que esperaban fuera del box. - Está claro que el cálculo está ya en el tracto urinario, de ahí el dolor en el vientre y en los genitales, pero, a pesar de la administración de suero no ha disminuido de tamaño y ya no es posible esperar más, pues la enfermera me ha comentado que no sale apenas orines desde hace varias horas, y se le ve que el abdomen comienza a hincharse, y eso es muy peligroso. Yo optaría por una litotricia, sin la menor duda. Con esa prueba eliminaremos el cálculo en poco más de una hora sin apenas dolor. Alejandro, acompañado de nuevo por su familia, que el docente le explicase la situación, y después de ello, dudo unos segundos, pero esta vez no se opuso, era evidente para todos que ya no podía aguantar más. - Dr. Carvajal, ¿me puede explicar exactamente en qué consiste esa litoloquesea?-preguntó Alejandro, dispuesto a aceptar cualquier propuesta que le hiciesen. - Pues, se trata de un tratamiento no quirúrgico con el que se rompe la piedra en trocitos muy diminutos para que se pueda expulsar con los orines. Lo primero que hay que hacer es un examen físico, ya sabe, lo habitual, tensión, pulso, cosas básicas. Luego una radiografía de la zona y otra llamada TVP, que básicamente es lo mismo, pero se le pone un contraste para ver de forma nítida el riñón, la vejiga y la uretra. Luego se hace una TCE que es también Rayos X, pero se pasan las imágenes a través de un ordenador que toma y emite imágenes de la estructura interna de la piedra. También se le hará una Resonancia Magnética que también nos sirve para ver la masa por dentro. Todo esto, no se preocupe, se realiza con anestesia general. La prueba dura entre cuarenta y cinco minutos y una hora. Una vez dentro de la sala donde se le realizará la prueba, se le acostará en una mesa que lleva incorporado el mecanismo preciso para hacer la prueba, se le colocará sobre un cojín en el que descansará la zona del riñón a tratar, a través del cual pasan las ondas encargadas de eliminar el cálculo. Por medio de ultrasonidos se localiza la piedra. Se envían entre mil y tres mil ondas hasta dejarlo hecho arena. En cuanto al después de la prueba se le administrarán líquidos de manera tanto oral como por vía intravenosa. En cuanto a si es dolorosa, durante la prueba evidentemente no sentirá nada, pero las molestias que suelen aparecer al acabarse la anestesia se solucionan con analgesia normal. Pueden aparecer complicaciones leves como, por ejemplo, moratones en la espalda y abdomen y como creo que ya he dicho, dolor al expulsar la arenilla. Después de la litotricia no creo que esté ingresado más de dos o tres días. En resumen, ese es todo el proceso, ahora usted decide, pero yo de usted me la haría sin duda alguna. Alejandro miró a los tres consecutivamente y todos asintieron dándole a entender que era eso lo mejor que podía hacer en esas circunstancias. Después de un par de minutos sopesándolo y un nuevo aviso que le mandó su vejiga en forma de dolor, no dudó en asentir. - De acuerdo, doctor…acepto hacerme esas pruebas… o lo que sean. Vicky sonrió aliviada y Mª José le cogió la mano reconfortada. - Lo hemos conseguido, cuñada.- dijo Mª José abrazándola. Alejandro, que había oído las palabras de su hermana, la miró sorprendido. - Mª José, tú cuñada era Elisa.-dijo con la única intención de herir a Vicky. Al oírle, Vicky salió del box, pero Mª José la siguió. - Alejandro, esta vez te has pasao tres pueblos, macho.-le recriminó Jorge.-No hacía falta que echases sal en la herida, tío. - Jorge, intento que me odie, es lo mejor para ella.-reconoció Alejandro casi echándose a llorar. - ¿Y tú qué? Alejandro se encogió de hombros. - Yo llevo solo casi diez años, ya estoy acostumbrao. - Eso no te lo crees ni tú, majadero. Alejandro miró a Jorge con dureza. -¿Y se puede saber qué harías tú en mi lugar?. Porque es muy fácil ver los toros desde la barrera. Te lo digo yo, Jorge. El chico no estaba dispuesto a rendirse fácilmente. Para terco, él. - Yo en tú lugar trataría de ponerme bien lo antes posible y seguir con la relación con Vicky, porque si te crees que diciéndole estas cosas le haces menos daño que vivir con ella con tu discapacidad estas muy equivocado, so burro, coño, tío. Alejandro comenzó a llorar en silencio, y Jorge le dejó solo para que aclarase sus ideas. Cuando salió del box vio a su mujer que, junto a Marga trataba de consolar a Vicky. Jorge se dirigió directamente a esta última. - Vicky, no le hagas caso. Es un tozudo, pero te quiere, y cambiará de idea. Él cree que te protege alejándote de él. - Pues, está a punto de conseguirlo, Jorge.-admitió Vicky-No he venido a que me desprecie. Bien que se está vengando de mi cobardía. La hermana de Alejandro y su marido no sabían de lo que hablaba, pero su amiga sí. Marga se golpeó en el muslo con rabia. - Collons, quin tros d’asa.-sus palabras sonaron con frustración. Jorge la miró sonriendo por primera vez en todo el día. - Marga, ¿Qué te pareces si traduces? La mujer sonrió ante la expectación de los otros tres. - Perdón, no me di cuenta. Básicamente he dicho que es un pedazo de burro. Jorge rió. - Pues eso, lo digas en catalán, castellano, o arameo, estoy de acuerdo contigo. Mª José se levantó. - Disculpadme un segundo, voy a hablar con ese pedazo de borrico que tengo por hermano.-dijo Mª José dirigiéndose a la sala donde estaba Alejandro. *****

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